Prácticas basadas en evidencia en criminología

La criminología se está estancando nuevamente. Primero nos encontrábamos en los dominios de una criminología no científica (en el sentido de la ausencia de producción de conocimiento), mas si jurídica, enfocada en el Derecho Penal. Posteriormente, se dio a conocer la propuesta de las criminologías específicas o especializadas, para convertirse en el camino de la especialización, pero con sus correspondientes errores al momento de integrar cada campo de investigación. El problema es que hemos llegado a lo mismo: un nuevo estancamiento donde se repite lo mismo y las críticas sobre lo mismo no se dejan ver, críticas sin sus correspondientes propuestas para solucionar los problemas a los que hacen referencia.
Factores que llevan a esta problemática actual hay muchos. Algunos bastantes sencillos, como son la falta de cooperación profesional o las batallas entre gremios, mientras que otros, más complejos, son los errores de la enseñanza de la criminología y la ausencia de investigación científica, de esta última, hablaremos mucho en este blog, no para criticar, sino para dar soluciones que podemos empezar a aplicar con base en mi experiencia. Si lo vemos a mayor profundidad, lo mismo detectaremos en áreas como la criminalística, la psicología, investigación criminal, etcétera, así que este breve artículo sobre las prácticas basadas en evidencia podrá ser de utilidad para muchos de los que nos encontramos en las ciencias criminológicas.
Es importante no tomar los términos “evidencia”, “prueba”, “indicio” en un sentido jurídico, sino científico.
Podemos resumir a las PBE como la aspiración de contar con la mayor y mejor información que avale, de fundamento científico, a una intervención específica, a cada caso en donde se vaya a realizar una actividad profesional para poder maximizar los resultados de dicha intervención, reduciendo así todo tipo de error que pueda acontecer, implicando con ello el uso racional de recursos y de forma efectiva. Esto puede varias en función de las situaciones contextuales de cada país u estado, a partir de los criterios de eficacia y eficiencia para medir las intervenciones, siempre que esto se haga.
La PBE está totalmente relacionada con la ética profesional. Como profesionales, incluso como estudiantes —jamás dejaremos de serlo— tenemos que desarrollar un pensamiento crítico que nos permita evaluar adecuadamente toda clase de información entre válida, probablemente válida, dudosa o nada confiable, ya que ello nos llevará a formar razonamientos que nos permitan tener mejores acercamientos a los fenómenos que tienen lugar en los diferentes ecosistemas de intervención, ergo, se evita el uso de pseudociencias que afectan negativamente toda intervención (en futuros post hablaré sobre ello, tratando casos que involucra malas prácticas).
La inclusión de las PBE dentro de la criminología, abre las puertas para un desarrollo más serio, profesional y efectivo, especialmente en la parte aplicativa donde, desafortunadamente, se hace uso de pseudociencias y el sentido común-empírico para llevar a cabo las intervenciones, incluso, con pseudoterapias, pseudopsicologías y demás actividades que pueden producir daños psicológicos severos.
Al momento de realizar una intervención, primero, se deben realizar las investigaciones pertinentes para conocer la naturaleza de toda la problemática, y a través del conocimiento científico acumulado, realizar su correspondiente análisis y así, poder estructurar las estrategias más adecuadas para solucionarlo. Pensemos en estudios, en meta-análisis, estadísticas, y demás procesos de donde podemos obtener evidencias confiables, así como su correspondiente estudio.
En este blog analizaremos cada uno de estos componentes que integran a las evidencias, en cómo sus sus procesos de obtención, los niveles, tipos de estudios, la importancia del meta-análisis, utilización de la estadística, y demás implicaciones para con el comportamiento criminal, metodología de investigación, y mucho más.
Es momento de darle un nuevo giro a la criminología, aspecto en el que estamos trabajando, especialmente en la modificación de su base teórica, y el aspecto de incluir prácticas basadas en evidencia será o es una actividad obligatoria que demostrará la efectividad de la aplicación de los conocimientos criminológicos a la resolución de problemas de violencia, y por ende, de delincuencia, y especialmente, generar conocimientos científicos que nos ayuden en el proceso de comprensión de la naturaleza. Vamos a por una criminología basada en evidencia (CBE). Bienvenidos a este nuevo blog, donde espero, más colegas participen en el análisis.