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Una muy mala definición de criminología





Uno de los principales pilares de la criminología, su desarrollo y especialmente de su aplicación, es su enseñanza, o también conocida como «criminología académica», en donde se forman a los futuros profesionales de la criminología en los conocimientos y habilidades que requerirán para poder desempeñarse adecuadamente. Lamentablemente es aquí donde encontramos las principales fallas del desarrollo de la criminología en general.

En este texto explicaré un aspecto en específico que, aunque parezca básico, incide negativamente en el desarrollo educativo, con la finalidad de generar un mayor debate epistemológico al respecto mas no generar ninguna forma de polémica.

Definiendo a una criminología avanzada


En la enseñanza de la criminología mexicana, por algún motivo, se suele decantarse por presentar a toda la criminología a partir de una sola definición especial, la definición ofrecida hace algunas décadas por el Dr. Rodríguez Manzanera, tomada de su libro “Criminología”, siendo uno de los primeros libros publicados en México sobre el tema, uno de los más importantes pero, que ya no puede seguir aplicándose debido a los avances que se han realizado a nivel nacional e internacional superando totalmente toda expectativa. Es necesaria una nueva reforma y no hay mejor forma de hacerla con la participación de todos los que integramos ésta área del conocimiento.

Es importante destacar que este ejercicio lo realizaremos con otras definiciones sólo como ejercicio analítico y reflexivo tomando de base a la criminología analítica. El objetivo no es proponer una mejor definición al finalizar o tomar posturas sesgadas. Es importante no malinterpretar el texto o sacar conclusiones que no tienen relación.

Está de más volver a repetir dicha definición ya que es conocida por todos, pero a modo ilustrativo, para Manzanera la criminología se considera como:
Ciencia sintética, causal explicativa, natural y cultural de las conductas antisociales.
Para poder comprender los errores principales en esta definición tomando en cuenta el contexto académico en el que nos encontramos, es necesario tener algunos conocimientos adicionales en ciencia general, epistemología (o filosofía de la ciencia) y especialmente en las características del conocimiento científico, así como estar al día con las investigaciones más recientes realizadas en el campo criminológico (que no necesariamente se desprenden de la criminología, sino por otras ciencias cuya inclinación epistémica es el estudio de un fenómeno antisocial o que manifieste alguna violencia) y ciencia aplicada.

Realicemos el análisis utilizando una metodología analítica y sistemática como se muestra a continuación:

  • Algunos aspectos de la definición son totalmente innecesarios debido a que se integran totalmente en uno de los términos que maneja, como es en el caso de “Ciencia”. Todas las ciencias tienen tanto características particulares como generales, y en este caso se repiten características generales de las mismas de manera innecesaria, siendo algunas de estas las constante sistematización del conocimiento que se realiza en la gran mayoría de ciencias; son causales y explicativas; sus áreas de alcance es todo lo que podemos encontrar en el universo (por tanto, en la naturaleza, porque algo que no se encuentre en la naturaleza, simplemente no existe), por tanto, señalar que la criminología es … sintética, causal explicativa, natural… es redundando por el solo hecho de que ya lleva el término inicial de “Ciencia”, y es donde nos topamos con otro problema en la enseñanza: la debilidad en la comprensión de la ciencia, y de lo que no es ciencia. Analicemos más a detalles estos aspectos en puntos particulares.
  • La síntesis, o la sistematización, es común en todas las ciencias. Ya no podemos imaginar una física sin química o biología, o una psicología sin sociología y antropología, así como una biología sin todas las demás ciencias por la misma característica del conocimiento científico: es común y fiable para todas las ciencias bajo un marco adecuado, y un buen sistema para tener cuidado de las propuestas o afirmaciones que contradicen dicho conocimiento sin evidencia que lo sustente, como es el caso de las pseudociencias y charlatanerías.
  • Lo causal en criminología ha quedado atrás. Ahora se emplean “factores criminógenos de riesgo” debido a que no se puede considerar una causa determinada (o más) como el principal hecho que lleva al desarrollo del comportamiento criminal o de alguna violencia. Éstos factores criminógenos de riesgo no tienen influencia determinante por sí solos, sino que es a través de su contacto con una gran diversidad de los mismos y esa interacción lo que vale. Se emplean diversos modos de estudio para éstos casos, pero lo que sí es un hecho es que utilizar el término “causa o causal” es caer en un error importante, especialmente al momento de realizar investigaciones. Lo mismo puede aplicarse para todas las ciencias sociales.
  • El objetivo, o el principal producto de toda la ciencia, es sólo la producción de conocimiento científico. Éste conocimiento puede ser explicativo, y en el caso de la investigación aplicada, puede ser empleado para resolver problemas, crear tecnologías y servicios que al mismo tiempo aportar para generar mejores investigaciones, sea solo para producir conocimiento o, nuevamente, resolver problemas. Ésto se integra a las características generales de las ciencias.
  • El aspecto cultural aplica igualmente en la parte sistemática de la ciencia. La cultura es un fenómeno que es estudiado por las ciencias de la vida (biología, ciencias sociales etcétera) y los resultados de esos estudios se integran igualmente a todas las áreas, en donde podemos destacar a la antropología y la sociología. Nuevamente, es innecesario su uso.
  • Entramos al problema del objeto de estudio de la criminología, la conducta antisocial, que en realidad es objeto de la psicología, aunque desde una perspectiva general en donde podemos integrar a las ciencias de la vida que integralmente estudian el comportamiento de los seres vivos, entre ellos, el de los seres humanos, no existe conflicto alguno, pero es un hecho que la criminología va un poco más allá de ello, debería ir, algo que se demuestra con el surgimiento de la especialización criminológica que no necesariamente versa sobre “conductas antisociales”.
  • Para adentrarse un poco más en el tema, recomiendo ver una charla que impartí sobre un tema similar y que dará más luz al asunto dando clic aquí.

El aspecto negativo de las definiciones es pretender que a través de su empleo, de “aprenderlas de memoria” y tener una alta exigencia en su dominio se pueda lograr un entendimiento total de un área tan diversificada y compleja, en constante desarrollo como es la criminología. No se trata en lo absoluto de generar polémica o conflictos entre autores como normalmente ocurre en situaciones así, porque aquí no deben existir favoritismos, sino reflexiones críticas y analíticas en torno a la información que se maneja para un mejor desarrollo. El fomento al debate de lo que sabemos es vital.

Una recomendación directa es evitar quedarse con una sola definición. No tomen cualquier definición sólo porque parezca bonita o porque su autor es una autoridad importante (en ciencia las autoridades no importan, importa el conocimiento, la evidencia y cómo se llegó a determinada afirmación, y se reconoce el trabajo realizado por los investigadores y académicos). Todo aspecto vale totalmente en materia educativa, especialmente cuando se constituye la base principal de la criminología, porque solo así se podrá permear un mejor desarrollo de la misma, así como su aspecto aplicado en, por ejemplo, prevención de las violencias y la delincuencia, por tanto, lo mejor es utilizar análisis comparativos a nivel histórico.

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